CUATRO RAZONES PARA SEGUIR CREYENDO.
En el estudio rocknrolla nos propusimos ayer tirar cada uno su visión menos apocalíptica de las que se comparten a diestra y siniestra. Un párrafo de esperanza para nuestra industria, su gente y nosotros mismos.
Santi Dobrich. Sí, el futuro es optimista. Esta situación nos está enseñando mucho, nos está demostrando a golpes que dependemos unos de otros, a levantar la mirada y entender que las decisiones independientes construyen y destruyen la sociedad. Cada elección personal afecta a todo el mundo -en este caso de una forma muy literal-. En una sociedad donde reina el individualismo, la empatía vuelve a ser un valor fundamental para la supervivencia y que todos entendamos eso nos va a ayudar a construir un futuro mejor más allá de cualquier pandemia.
Diego Castillo. Nos espera un mundo extraño…¡qué bueno! Un mundo en el que el tráfico de las mañanas se convertirá en un espacio de meditación. La visita de los suegros, el evento más esperado de la semana. Ir al super será un sinónimo de libertad y marcar tarjeta un deseo y no una obligación. Ese mundo extraño estará lleno de pequeñas cosas que viviremos como antes, pero disfrutaremos como nunca. Lo más extraño es que aunque poco habrá cambiado, todo será distinto. Normalidad, no vuelvas.
Fede Ahunchain. Hay un mañana. Es diferente, trae cosas buenas y otras a la que nos va a costar más acostumbrarnos. También algunas cosas no van a cambiar y en ellas vamos a encontrar la seguridad que necesitamos para encarar lo demás. Como todo cambio va a ser doloroso, pero nos vamos a acostumbrar, cada uno va a adaptarse a sus nuevas funciones, a su nuevo estilo de vida, a su nueva normalidad y el mundo seguirá girando con todos nosotros encima.
Leo Cornejo. Lo que se viene… Es muy probable que casi nada vuelva a ser como era antes y aquí entra la duda existencial, ¿será que lo de antes era bueno? Es difícil para los seres humanos salir de su zona de confort y esta pandemia del Covid-19 de un sólo golpe sacó a la humanidad entera de esa zona, haciéndonos entender de una manera muy dura lo mal que estaba todo. Es ahí donde aparecen las nuevas oportunidades, nuevas formas de empezar a hacer todo, es un buen momento para re plantearnos y re inventarnos como sociedades y acordarnos que el proceso natural de la evolución comienza siempre con un problema… “Es en los problemas donde se esconden las oportunidades”.